Con el objetivo de encaminar el sector de las criptomonedas hacia la energía renovable, dos empresas de blockchain preparan la primera plataforma de minería alimentada únicamente por energías renovables
El minado de criptomonedas es una actividad que requiere el uso de enormes equipos informáticos, conocidos como rigs de minería, que demandan colosales cantidades de energía, lo que repercute directamente en el medio ambiente.
Por ello, DMG Blockchain Solutions y Argo Blockchain, dos empresas dedicadas al mundo de las criptomonedas y el blockchain, se han unido para lanzar una plataforma de minado alimentada únicamente por energías renovables, la primera del mundo de estas características, según un comunicado de la empresa.
Esta aventura conjunta entre las dos empresas recibirá el nombre de “Terra Pool” y minará Bitcoin utilizando íntegramente energía hidroeléctrica, eliminando de la ecuación los combustibles fósiles y por lo tanto la emisión de gases de efecto invernadero.
Si bien se desconocen datos claves del proyecto, tales como la fecha de lanzamiento o su modo de funcionamiento (si utilizará sus propios generadores de energía o requerirá que los mineros utilicen fuentes de energía limpia), el comunicado de lanzamiento afirma que “Terra Pool ofrecerá una plataforma accesible e incentivos a los mineros que quieran producir Bitcoins de una manera sostenible”
Se trata de algo más simbólico que práctico (ya que apenas supondrá una gota de agua en el océano del minado de Bitcoin), y los portavoces de ambas empresas afirman que Terra Pool servirá como prueba de concepto para ayudar a mejorar la imagen del Bitcoin y otras criptomonedas en lo referente a su impacto climático.
La iniciativa de DMG Blockchain y Argo Blockchain sigue la estela de otras parecidas. Es el caso de la empresa Square, dedicada a los pagos por Internet, que el pasado diciembre destinó 10 millones de dólares a proyectos que promoviesen el uso de energías limpias dentro del entorno del Bitcoin.
Este interés por emparejar las energías renovables y las criptomonedas parece acentuarse ahora que las críticas al impacto ambiental del Bitcoin están alcanzando un punto álgido debido al crecimiento exponencial de las operaciones de minado. Anualmente, y según el Centro de Finanzas Alternativas de la Universidad de Cambridge la energía consumida por el minado de Bitcoin es de 128,77 teravatios-hora anuales, lo que supone más energía que la que consumen países como Polonia, Argentina o Países Bajos en un año.